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Gestión de prenómina
Convierte la prenómina en una herramienta de control financiero.
Gestiona la prenómina de forma automatizada, controla incidencias, percepciones y deducciones antes del pago y reduce errores en la nómina con Worky.
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Empresas líderes de diversas industrias ya confían en nosotros













Prenómina
Punto de control previo al pago de nómina
Worky permite a las empresas validar y autorizar la prenómina con información clara y centralizada antes de ejecutar la nómina. Al integrar el reporte de incidencias con reglas de percepciones y deducciones, la plataforma elimina reprocesos, mejora la visibilidad para dirección y asegura que cada pago se realice con información correcta desde el inicio.
Elementos de una prenómina
Prenómina orientada a resultados
La gestión de prenómina concentra y valida incidencias laborales críticas antes del cálculo de nómina, asegurando pagos correctos, control operativo y visibilidad para la toma de decisiones en RH y Dirección.
- Reporte de incidencias centralizado
- Validación y autorización por niveles
- Integración directa con nómina
- Historial y trazabilidad de cambios
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La gestión de la prenómina es un punto crítico dentro del proceso de nómina, ya que de ella dependen la correcta aplicación de percepciones, deducciones y el cierre oportuno del pago. Cuando este proceso se maneja sin automatización, suelen aparecer errores operativos que afectan tanto al área de RH como a la experiencia de los colaboradores.
Entre los problemas más comunes se encuentran la falta de control sobre incidencias aprobadas, inconsistencias entre los registros de asistencia y la nómina final, errores en percepciones y deducciones, así como retrasos constantes en el cierre debido a validaciones manuales. Además, la información suele carecer de trazabilidad, lo que dificulta auditorías, revisiones internas y la supervisión por parte de líderes y dirección.
Una prenómina automatizada conectada directamente al cálculo de nómina elimina estos puntos de fricción. Al centralizar incidencias, reglas y validaciones en un solo sistema, la información fluye de forma directa y estructurada hacia la nómina, sin necesidad de capturas duplicadas ni conciliaciones de último momento. Esto asegura coherencia entre la operación diaria, el área de Recursos Humanos y el área financiera.
El resultado es un proceso más controlado, con menor riesgo de errores, mayor velocidad en el cierre y visibilidad completa del reporte de incidencias antes de dispersar pagos. De esta forma, la prenómina deja de ser un cuello de botella operativo y se convierte en una base sólida para una nómina precisa y confiable.

Prenómina automatizada
Soporte a auditorías internas y externas
Contar con una prenómina trazable facilita auditorías internas, revisiones financieras y controles corporativos. Cada incidencia, ajuste y autorización queda registrada con fecha y responsable. Esto no solo protege a la empresa ante revisiones, sino que fortalece la credibilidad del área de RH frente a dirección y finanzas al demostrar control y disciplina operativa.
Cálculo de Prenómina
Impacto operativo de una prenómina controlada con Worky
La validación previa de incidencias reduce errores en sueldos, ajustes posteriores y reclamos operativos.
La automatización del reporte de incidencias acelera el cierre de prenómina y la autorización final.
Todas las percepciones y deducciones se calculan con reglas claras y trazables, alineadas a las políticas internas.
Reportes claros permiten supervisar incidencias, costos y desviaciones antes de dispersar pagos.

Escalabilidad sin incrementar carga administrativa
A medida que la empresa crece, la complejidad de la prenómina aumenta. Automatizar este proceso permite absorber más colaboradores, incidencias y reglas sin depender de más validaciones manuales. La operación escala sin sacrificar control ni tiempos de cierre, manteniendo la misma estructura aun en escenarios de expansión acelerada.
Preguntas frecuentes acerca de la prenómina
La prenómina es el concentrado previo que reúne todos los elementos que impactan el cálculo de la nómina antes de su ejecución final. Su función principal es permitir una revisión completa de la información para asegurar que los pagos se realicen de forma correcta, conforme a políticas internas y sin errores que afecten a la empresa o a los colaboradores.
Una prenómina confiable debe integrar, como base, el reporte de incidencias del periodo. Esto incluye asistencias, retardos, horas extra, faltas, vacaciones, incapacidades y permisos. A partir de estas incidencias se calculan las percepciones variables y las deducciones correspondientes, siempre bajo reglas claras y previamente definidas.
Además, una prenómina sólida debe reflejar con precisión todos los conceptos de percepciones y deducciones aplicables a cada colaborador. Bonos, comisiones, descuentos, préstamos, ausencias y cualquier ajuste especial deben estar correctamente identificados y justificados. Para la dirección de RH, este nivel de detalle es clave para detectar inconsistencias antes de que se conviertan en errores de pago.
Cuando la prenómina se gestiona de forma automatizada, la información fluye desde los sistemas de asistencia y RH sin necesidad de capturas manuales. Esto reduce errores humanos y asegura que los datos utilizados sean los mismos en toda la organización. Así, la prenómina deja de ser una hoja de cálculo más y se convierte en una fuente confiable para autorizar el cálculo final de la nómina.
La diferencia entre nómina y prenómina va más allá de una simple etapa del proceso. Operativamente, la prenómina es la fase de validación y control, mientras que la nómina es la ejecución final del cálculo y el pago. Estratégicamente, la prenómina es el punto donde la empresa decide si la información es correcta antes de asumir un impacto financiero real.
En la prenómina se revisan incidencias, se validan percepciones y deducciones y se confirman políticas internas. Es el momento en el que RH y dirección pueden detectar errores, inconsistencias o desviaciones sin que estas afecten aún el pago. La nómina, en cambio, toma esa información ya validada y la transforma en recibos, timbrado y dispersión de pagos.
Desde una perspectiva directiva, la prenómina funciona como un filtro de control. Permite anticipar costos, analizar variaciones entre periodos y evitar ajustes posteriores que consumen tiempo y recursos. La nómina, por su parte, es un proceso más rígido: una vez ejecutado, cualquier error implica reprocesos, aclaraciones y desgaste organizacional.
Por eso, las empresas que buscan eficiencia y control ponen especial atención en fortalecer la gestión de prenómina. Automatizar esta etapa con un software especializado como Worky permite que la nómina se ejecute sobre información validada, confiable y alineada a la realidad operativa del negocio.
El manejo de prenómina es el proceso mediante el cual las organizaciones concentran, validan y autorizan toda la información que impactará el cálculo final de la nómina antes de ejecutar pagos. Desde una perspectiva directiva, no se trata solo de un paso operativo, sino de un punto de control estratégico. En esta etapa se revisa el reporte de incidencias, se validan percepciones y deducciones, se confirman políticas internas y se detectan desviaciones que podrían generar sobrecostos, errores de pago o conflictos laborales.
Para los directores de RH y líderes financieros, un manejo de prenómina bien estructurado permite anticiparse a problemas antes de que se reflejen en la dispersión de pagos. Evita reprocesos, ajustes posteriores y desgaste con los colaboradores. Además, ofrece visibilidad sobre el impacto real de las incidencias en el costo de la nómina, algo clave para la planeación financiera y la toma de decisiones.
Cuando este manejo se realiza de forma manual o descentralizada, la empresa pierde control. Diferentes áreas reportan incidencias en formatos distintos, no hay trazabilidad clara y la validación se vuelve reactiva. En cambio, una gestión de prenómina automatizada centraliza la información, aplica reglas claras y deja evidencia de cada autorización. Esto transforma la prenómina en un mecanismo de control, no solo en un requisito previo al pago.
Desde el punto de vista estratégico, el manejo de prenómina también protege a la organización frente a riesgos legales y errores recurrentes. Cada ajuste queda documentado, cada cambio tiene un responsable y cada pago se respalda con información validada. Para una dirección que busca eficiencia, control y escalabilidad, el manejo de prenómina deja de ser una tarea operativa y se convierte en una herramienta de gobierno interno.
Elaborar una prenómina eficiente requiere un proceso claro, centralizado y alineado a la operación real de la empresa. El primer paso es concentrar el reporte de incidencias del periodo desde las fuentes correctas, idealmente desde un sistema de control de asistencia integrado. Esto asegura que la información base sea consistente y esté actualizada.
Una vez concentradas las incidencias, se aplican las reglas definidas por la organización para el cálculo de percepciones y deducciones. Aquí es donde muchas empresas enfrentan problemas cuando el proceso es manual, ya que las validaciones se hacen de forma dispersa y sin trazabilidad. En una prenómina automatizada, estas reglas se aplican de forma uniforme y auditable.
El siguiente paso es la validación y autorización. Líderes operativos y RH revisan la información antes de enviarla a nómina, asegurando que cualquier ajuste esté justificado. Para empresas en crecimiento, este punto es crítico, ya que el volumen de colaboradores e incidencias aumenta rápidamente.
Finalmente, la prenómina aprobada se envía directamente al cálculo de nómina. Al eliminar capturas duplicadas y validaciones tardías, la empresa logra cierres más rápidos, menos errores y mayor control operativo, incluso en escenarios de expansión.
No contar con una prenómina automatizada expone a la empresa a riesgos operativos, financieros y reputacionales. El primero es el error humano. La captura manual de incidencias y ajustes incrementa la probabilidad de inconsistencias que terminan reflejándose en pagos incorrectos.
Otro riesgo importante es la falta de control sobre percepciones y deducciones. Sin reglas claras y centralizadas, los ajustes se aplican de forma discrecional, lo que puede generar diferencias entre colaboradores y conflictos internos. Además, la falta de trazabilidad dificulta auditorías y revisiones internas.
Desde una perspectiva financiera, los errores en prenómina generan reprocesos, ajustes fuera de tiempo y sobrecostos que afectan la planeación. A nivel de RH, el impacto se traduce en reclamos, pérdida de confianza y desgaste del equipo.
Una prenómina automatizada reduce estos riesgos al centralizar la información, aplicar reglas uniformes y ofrecer visibilidad total antes del pago. Para empresas que buscan control y escalabilidad, este nivel de automatización deja de ser opcional.
Worky permite a los directores de RH tomar control total de la gestión de prenómina desde un solo sistema. Centraliza el reporte de incidencias, automatiza reglas de percepciones y deducciones y conecta directamente la prenómina con el cálculo de nómina.
Esto significa menos tiempo validando información y más visibilidad para la toma de decisiones. Los directores pueden revisar incidencias, detectar desviaciones y autorizar la prenómina con información confiable y en tiempo real. Además, cada cambio queda registrado, lo que facilita auditorías y revisiones internas.
Al integrar la prenómina con otros procesos de RH, Worky elimina duplicidades y reduce errores operativos. Para líderes que buscan eficiencia, control y una nómina sin sorpresas, la gestión de prenómina con Worky se convierte en un aliado estratégico.











